Articulo interesante en lo concerniente al palomo de raza buchona que en el se describe

Etnografía del palomo deportivo por Javier Rodríguez Alcaide, agosto 1962

Este articulo está sacado del boletín zootecnia de agosto del 1962, de la Facultad de veterinaria de Córdoba.
Si queréis el documento, está en el siguiente enlace: http://helvia.uco.es/xmlui/bitstream/handle/10396/11443/boletin%20de%20zootecnia%201962-190.pdf?sequence=1

Palomas deportivas
Son pocas las citas bibliográficas que hemos hallado sobre esta raza de palomas y menos todavía los que hagan referencia a su formación, limitándose los autores a mencionar que en España existe una raza de palomas buchonas, desconocida en los demás países, caracterizada por tener el buche bajo y poco pronunciado, en estado normal, pero adquiere gran aumento durante el arrullo, que por sus instintos y cualidades, es utilizada para atracción a su palomar de palomas y pichones procedentes de otro origen, adjudicándole por este motivo el apelativo de ladronas.

Esta raza que tuvo su mejor momento desde los años 1930 al 45, sufre en la actualidad un período de decadencia provocado por la gran cantidad de cruzamientos a que la han sometido, tratando de modificar sus características. Por lo cual y para apropiarla más a la realidad dividiremos la exposición en las siguientes fases:

A) Formación y características de la paloma deportiva.
B) Area geográfica.
C) Motivos de evolución y estado actual del problema.

A) Formación y características de la paloma deportiva. -Se considera como la más antigua de estas palomas la buchona llamada laudina, creada por el franciscano P. Llaudi, de quien le viene el nombre, que fue rector del convento de Caudete (Albacete), el que según opiniones autorizadas la consiguió mediante el cruzamiento de la paloma mensajera Carrier, de la zurita raquera y de la buchona sevillana, lo cual nos junta a la inteligencia de la mensajera, la pugnicidad de la livia y el vigor sexual de la buchona.

De todas las descripciones que de esta paloma hemos recogido, transcribimos literalmente, por acomodarse a lo observado y reunir detalles tanto del pichón como del palomo adulto, aquella que se achaca a Eduardo Uhden Darder en los siguientes términos:

Durante todo el primer año de su vida se llamaba colomí (pichón) y apenas si se le prestaba atención, porque sus más relevantes actividades consistían en tomar beatíficamente el sol o picotear distraídamente alguna piedrecita de los tejados.
Al segundo año tomaba nombre de jove (joven) y daba alguna puntada sin más consecuencias, lo que hacia concebir
esperanzas en mayores empresas al aficionado o por contra empezaba a darle malas miradas.
Cumplidos los tres años era adulto y entonces tenía que demostrar lo que en su juventud insinuó.

En cuanto al físico diremos que tenia un cuerpo bien desarrollado y de buen tamaño, fuerte musculatura, con proporcionado esqueleto. Se cubría con un plumaje brillante y fino, con plumas anchas y bien imbricadas, que le cubrían los tarsos y aún en muchos casos los dedos. Cabeza redonda, abombada, como corresponde a un cerebro muy desarrollado, pico corto y fuerte, grandes carúnculas nasales blanco-nacaradas, ojo limpio y del color del “oli” (amarillento) y potentes párpados, formando rosarietes. La pata rojo amoratado, escamosa y corta, (que no hay palomo, ni hoy en día, alto que sea bueno). Su vuelo era lento y majestuoso cuando estaba en “faena”, nunca en línea recta, sino zigzagueante, buscando el rastro cuando no lo estaba, pero también sabía ser rápido como el que más cuando la ocasión lo demandaba “tirando a casa” por abajo y por delanté como ordenan los cánones, repleto el buche, “guapo”, adquiriendo un tamaño casi doble del real “barquejant” (barqueando), volviendo la cabeza vigilante a la caza y hasta arrullando en pleno vuelo, todo ello en forma tan conveniente que el “perdido” acababa por seguirle ciegamente y, sino se encerraba, por lo menos había de “tocar patas” en el palomar. Palomos que dominaban la “suelta” hacia un paraje determinado sin que fuera obstáculo para su maestría el que estuviera viciada en el extremo opuesto.
En los “apeos” era un dechado de sabio instinto con arrullos, viajes y toda la gama de “carantoñas” encaminadas a cariñar al “perdido” y arrancarlo tras si, sin jamás adoptar junto a la caza la actual actitud “faquiresca”. Aquellas “faenas”, con las lógicas interrupciones en viajes al palomar y sus retornos matemáticos, tenían la clásica belleza que acompaña a las acciones “inteligentes”.

Esta descripción hay que completarla mencionando varias características, de significado racial, que en ella se omiten, y que son:

1: La actitud de estas palomas, que aunque no llega a la exageración de las buchonas extranjeras, siempre es un poco más erecta que las de las otras razas comunes.

2: El buche, aunque grande, lo tienen un poco caído , lo que les permite usar la vista tanto en vuelo como en las luchas terrestres, cosa que las buchonas extranjeras no pueden hacer, saliéndole entre sus plumas, en la mayor parte de los individuos de esta raza, unos pelos largos muy finos fácilmente perceptibles.

3: Una verruga de variable tamaño, existente bajo el pico, que resalta claramente en Jos animales adultos, pero pasa muchas veces inadvertida en los jóvenes.

De las capas que pueden presentarse en esta raza de palomas diremos solamente que, aunque entre los aficionados exista cierta preferencia por las oscuras, no tienen significado racial, pudiendo encontrarnos toda la gama a que estamos habituados en esta especie.

B) Area geográfica .-Esta clase de palomas se cultiva sobre todo en las provincias del Levante Español desde donde se ha extendido a Cataluña, Madrid y Andalucía, saltando al mismo tiempo, probablemente en manos valencianas, al Norte de Africa y a algunas repúblicas Sudamericas , sobre todo a la Argentina.

C) Motivos de evolución y estado actual del problema.-Aunque el deporte de la suelta se encuentra en auge no alcanzado nunca hasta ahora, corno se demuestra por su reconocimiento oficial y la gran cantidad de practicantes con que cuenta , no ocurre lo mismo con la paloma, motivo de él, sino que por el contrario esta atraviesa un periodo francamente desfavorable, evidente por los descontentos comentarios de los columbicultores y las disposiciones oficiales encaminadas a corregirlo.

El motivo de que esto haya sucedido hay que buscarlo en que el procedimiento seguido, hasta el año pasado, para calificar la intervención de estas palomas en los concursos, no se adecuaba a la finalidad para la que fue creado y los columbicultores en lugar de reformarlo convenientemente. para apropiarlo a su función, trataron por el contrario
de modificar las características de estas palomas, mediante cruzamiento con otras razas, de los cuales han sido los más habituales:

1.° Con paloma mensajera de Ueja.- Produciendo palomos de mucha constancia con la suelta en el aire, pero de poca en tierra, prestándole al mismo tiempo resistencia y seguridad en la vuelta al propio palomar.
2.º Con mundana.-Sus productos son pesados, tardíos, agresivos y viajeros. Capaces de llevarse la suelta, fallándoles sin embargo constancia con ella.
3.º Con colipavo.-Dan descendientes de poca constancia con la suelta, aunque de mucho celo, violentos y picados (maltratan a la hembra).
4.° Con livia o zurita. - Este es el mejor de los cruces, porque los ejemplares obtenidos unen junto a mayor celo y agresividad, memoria para volver y gran movilidad, teniendo por contra, menor buche, pérdida de elegancia en el vuelo e inclinación a volver mucho a su palomar.

De esta forma han conseguido que los antiguos palomos, que trataban de encariñarse la suelta, no cesando en sus arrullos y zalamerías, para llevársela a su palomar, ganarán en precocidad y resistencia, pero al mismo tiempo, su celo se ha exacerbado de tal forma, que domina al instinto, privando de belleza la ejecución del trabajo por seducir
a la suelta, como se puede comprobar contemplando la intervención en los concursos, de los palomos llamados picones y requedados, cuyas características son:

1.º Picones.-Palomos que durante el vuelo no dejan de acosar a la hembra a picotazos hasta que vencida y sin fuerzas se ve obligada a posarse, abandonándola generalmente cuando así lo hace y no sabiendo volver a por ella.
2.º Requedados. - Permanecen al lado de la hembra a veces hasta tres o cuatro días, sin arrullar ni hacer otras manifestaciones por atraérsela hasta que quedan solos.

Ha sido, finalmente, esta falta de clase y elegancia en los ejercicios de los palomos, unido al desecho, mayor cada día, que tiene que realizarse al seleccionar los pichones para vuelo, por no reunir condiciones la mayoría, lo que ha convencido a los colombófilos y a su Federación Nacional del error en que se encontraban y la necesidad de tomar medidas para recuperar la vieja raza laudina, si bien tratando de dotarla de mayor resistencia y un poco más de persistencia e interés en la persecución de la suelta, para lo cual han reformado convenientemente los reglamentos que les regían.