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Resumen de libros de palomos de mitad del siglo 19.

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Resumen de libros de palomos de mitad del siglo 19. Empty Resumen de libros de palomos de mitad del siglo 19.

Mensaje  ixta Lun Ene 27, 2014 12:26 pm

En estos resúmenes solo dejo lo que a descripción de la paloma se refiere, sin entrar a valorar ninguna cuestión de lo que en ella se expone. Los libros los podréis encontrar en la biblioteca nacional en línea, en el siguiente vínculo:http://www.bne.es/es/Catalogos/BibliotecaDigitalHispanica/Inicio/index.html

Arte de criar y multiplicar los palomos
por Jacobo Berenguer de Mongat
Barcelona IMP. Y LIB. DE LA V. É II. DE MAYOL, EDITORES, CALLE DE FERNANDO VII , NÚM. 29. -  Año1848
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Página 5:
Preambulo
Demasiado prevenido quizás á favor de mi obra , me lisongeo de antemano que será bien acogida del público y que los aficionados á palomos la leerán con algun interés y acogerán benévolos una obrita escrita espresamente para ellos y que puede llegar á labrar su fortuna, en cuanto se atiendan debidamente los preceptos de su práctica. Por mí se decir , que la afición que tuve desde la infancia á los palomos y los rápidos progresos que hice en el modo de criarlos, no tardaron en proporcionarme algunos lucros no despreciables.
Aunque mis deberes no me permitan dedicarme al presente á ella , me he propuesto sin embargo revelar al público el fruto de mis estudios
y de las observaciones que me fué dado hacer durante lodo el tiempo de mis esperimentos, y deseo que las primeras lineas que escriba mi pluma sobre esta materia, no dejen nada que desear al lector. No se crea sin embargo hallar en mi obra esas digresiones elocuentes ó esas frases que por la riqueza de su estilo hacen olvidar al lector el objeto de que se trata ; nada de eso: mis reglas serán tan sencillas como lacónicas y cual conviene al objeto de que se trata.
Debo observar por último que todos los preceptos y observaciones hechas en el decurso de este libro, son fruto de mi propia esperiencia: ella sale garante de todas las descripciones.
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Página 46:
Palomos llamados de la tierra.

Se pueden reducir las variedades de la raza de los palomos dichos de la tierra, los cuales sa distinguen ante todo por su corpulencia y por el hilito colorado que tienen entorno de los ojos , a cinco clases principales , a saber :

1 . A la primera clase corresponden aquellos palomos pardos y parecidos a gallinitas. No son estimados sino por su corpulencia, porque no son buenos para la multiplicación.

2 . Los de doble pestaña , que son unos palomos también muy corpulentos con un tubérculo encima del pico, en forma de pequeña colmena y una cinta roja mucho mas ancha que los otros al rededor del ojo, es decir, una segunda pestaña carnosa y rojiza que les llega a caer sobre los ojos cuando son viejos y les impide entonces de ver. Estos palomos procrean muy poco y en corto número. Esta clase de palomos tienen el pico algo encorvado y gafo y ofrecen muchas variedades ; los hay de blancos , negro s , rojizos , pardo-oscuros etc.

3 . El palomo llamado español, es también un palomo de la tierra, tan grande como una gallinita y sumamente hermoso. Difiere de la clase anterior en que no tiene colmena sobre el pico , la segunda pestaña carnosa es menos saliente y el pico es recto en lugar de ser encornado. Se mezcla con dicha clase segunda y produce un palomo muy desarrollado y corpulento

4 . El palomo turco, tiene como la segunda clase, una carnosidad sobre el pico, con una cinta colorada que se estiende desde el pico , dando la vuelta á los ojos. El palomo turco es muy grande , moñudo , de piernas cortas, largo de cuerpo y de vuelo. Los hay de pardo-oscuros , ú oscuros cuasi negros, así como también de muchos otros colores. Estos palomos van muy pesados y generalmente no salen de la habitación ó de sus alrededores.

5 . Los palomos monjitos , que no son tan grandes como los palomos turcos , pero que tienen el vuelo tan grande como aquellos. Generalmente no tienen moño y los hay de negros , pardo-oscuros y manchados. Esta clase es la mayor que se conoce entre los palomos domésticos ; los hay también de mediano grandor y otros de mas pequeños.

Entre los palomos calzados, que tienen los pies cubiertos de plumas hasta las uña, se distingue el calzado sin moño bajo la denominación de palomo tambor. Este palomo calzado , llamado como queda dicho , se le conoce también con el nombre de palomo cluclú, porque repite á menudo este sonido y su voz imita el ruido de un tambor oido de lejos. El palomo calzado de moño , es llamado también palomo de mes , porque cria cada mes y no aguarda que los pequeños estén en disposición de comer solos para hacer una nueva postura. Es una raza recomendable por la utilidad que se saca de ella , es decir por su eran fecundidad.

En las razas medias y pequeñas de palomos domésticos figura, como dijimos en primer lugar, el palomo monjito, el cual cuenta muchas variedades, á saber : el de sopa de vino , el rojo con penacho y el agamuzado con moño , pero las hembras de los tres no tienen nunca penacho. Hay además en esta raza una clase que son enteramente negros del cuerpo con las alas y la cabeza blancas ; pero en general todos los monjitos, sean de esta última clase ó bien de las demás, tienen un penachito mas ó menos grande, ó mas bien una especie de pequeño capucho en la cabeza que baja á lo largo del cuello y se estjende sobre el pecho en forma de corbata compuesta de plumas levantadas.

Fin de la copia

Tratado para la cria de las palomas, de sus castas más notables; del palomar y modo de poblarle etc.
Imprenta de M. E.  y Fonseca, calle de la gorguera nº 7 – Madrid. Año 1848
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Página 6:
De las castas más notables.

ORDEN 1.°
Palomas finas.
Todas las comprendidas en este orden se asemejan á las zuritas en el tamaño, en el vuelo sostetenido mas ó menos rápido, y en que no han perdido enteramente el instinto de su origen; pues cuando no les conviene la habitación, ó las incita el amor, se desertan y se establecen con las zuritas, de las cuales se distinguen por la brillantez é infinita diversidad de sus colores, por tener el pico mas corto y grueso, y la cabeza mejor proporcionada.
1. CASTA. Paloma ladrona, llamada también por escelencia de casta. Tiene el pico corto, la cabeza amartillada, los tubérculos de la mandíbula superior muy abultados, y los ojos sin membranas circulares. Generalmente todas las de esta casta tienen el manto ceniciento, que es el que mas se estima, y por consiguiente el que se procura conservar; aman y reconocen de tal manera el sitio donde empezaron á volar, que es difícil acostumbrarlas á otra habitación libre: á esta propiedad, y al ardiente amor que las abrasa, deben el empleo de seductoras, para que recorriendo las torres donde se refugian y crian las zuritas, las atraigan con halagos á la casa de su dueño. Para este fin se tienen pareadas desde mayo hasta fines de octubre; y á principios de noviembre se les quitan todos los machos ó todas las hembras, según el capricho de los dueños que las destinan al corso: privadas así de sus consortes, y estimuladas naturalmente á propagar la especie, acuden inquietas á las torres para contraer nuevos enlaces, lo que consiguen fácilmente por encontrarse allí multitud de palomas sin consortes, ó lascivas y dispuestas al amor. Cuando este las ha unido, vuelven las palomas á sus casas en busca del alimento que hallan preparado, y las zuritas que las siguen caen en el lazo y quedan presas. Sin embargo, se ha notado á veces que algunas zuritas ceden á los halagos de las ladronas, pero no entran en la habitación de estas. En tales casos el macho ladrón se establece con su compañera campesina en una torre, y viene á comer al palomar mientras cria los pichones; mas cuando estos principian á volar los conducen al cautiverio, para ahorrarles el trabajo de buscar pollos campos la comida necesaria.

2 .CASTA. Paloma buchona. Es muy parecida á la anterior; pero se diferencia notablemente en la facilidad que tiene de inspirar mucho tiempo aire, y de hinchar de tal manera su buche, que le abulta mas que el resto del cuerpo. Se pueden admitir dos variedades buchonas, que se distinguen en el pico, pues unas le tienen muy corto, grueso, y casi siempre negro; y otras largo, delgado, y generalmente blanco. Las que pertenecen á la primera de estas dos variedades, sirven también para ladronas.

5 .CASTA. Paloma mensagera ó de la raza. Llámase asi, porque en otro tiempo servia para llevar cartas de una parte á otra. Se asemejan á las ladronas: son esquivas, huyen cuando alguno se acerca á ellas, y tienen tanta fuerza en las alas, que si tomadas en la mano se le estiende una de ellas, la recogen violentamente.

4 . CASTA. Volteadora ó refiladora. Las palomas de esta casta son muy parecidas á las precedentes en el tamaño y demás caracteres: se distinguen en la facultad que tienen de remontarse y dejarse caer desde bastante altura, dando vueltas como una pelota, en línea casi perpendicular, cayendo muchas veces tan distraídas, que sin advertir el riesgo llegan hasta los tejados, y dando contra ellos se lastiman.

5.CASTA. Con repelón ó chorrera. Son del tamaño de las zuritas, y tienen la cabeza aovada, el pico corto y cónico, los tubérculos poco hinchados, los ojos brillantes, cercados casi siempre de una membrana circular encarnada, y las piernas sin pluma. Algunas tienen una especie de corona de plumilas, que en vez de bajar unas sobre otras se levantan en la parte occipital; y casi todas tienen desde la mandíbula inferior hasta la parte inferior
del pecho, un surco formado de plumas erizadas, llamado repelón, chorrera ó venera. Estas palomas son muy bonitas y airosas, y casándolas con las tórtolas producen híbridas. Aventajan á todas en la diversidad y regularidad de los colores de su plumaje.

6.CASTA. Flamenquillas. Son muy parecidas á las precedentes, aunque de mayor tamaño: algunas son enteramente negras, otras blancas, y muchas matizadas, cuyos colores no guardan simetría; tienen los ojos cercados de una membrana circular encarnada, los tubérculos abultados, el pico corto, la cabeza menos prolongada, y carecen de repelón.

ORDEN 2.

Palomas ordinarias.

El carácter distintivo de las palomas que incluimos en este orden, es su vuelo corto y algunas veces difícil. En este orden pueden hacerse dos grandes divisiones; las castas de la primera se diferencian por su fecundidad, pues suelen hacer al año hasta once ó doce crias; y como solo se aprecian por esta cualidad y por el sabroso manjar que nos proporcionan, los aficionados han mirado con indiferencia los colores y aun á veces el tamaño mezclándolas promiscuamente hasta destruir en gran parte los tipos primitivos, por lo cual es muy difícil y casi inútil el describir las variedades que se conocen de estas castas tan fecundas.

PRIMERA DIVISION.

1.CASTA. Paloma calzada. Se distinguen en tener las patas cubiertas de pluma hasta la estremi-dad de las uñas. Tienen el inconveniente de llenarse las patas de lodo y de cuerpos estraños, que enfrian los huevos, y á veces los rompen.
2 . CASTA. Paloma moñuda ó coronada. Difieren en las plumas de su cabeza, que están levantadas en forma de penacho; de estas hay algunas que también son calzadas.
3 . CASTA. Paloma de capilla ó beata. Tienen el pico muy corto, las plumas de la cabeza y del cuello remangadas hacia arriba, formando una especie de capilla de fraile: estas no suelen ser muy fecundas.
4 . CASTA. Paloma monjin. Se diferencian en que su cabeza, las plumas de su cola y las grandes de las alas son siempre del mismo color aunque diferentes del resto del cuerpo; de manera, que si el cuerpo es blanco, la cabeza, la cola y las plumas grandes de las alas son negras ó de algun otro color, y vice-versa.
5 . CASTA. Paloma común. Son de un tamaño regular, de color vario, pero la parte inferior del lomo casi siempre blanca, el pico feo, las patas coloradas y las uñas negras.

SEGUNDA DIVISION.

Las castas que componen esta división se distinguen de las de la anterior en que su vuelo es todavía mas corto y mas difícil, y son las menos fecundas de todas las variedades de palomas que se conocen, inclusas las zuritas.

1 . CASTA. Flamencas. Se asemejan á las que Buffon denomina polacas: son pesadas, y tan grandes como las gallinas; tienen el pico corto y bien proporcionado, con tubérculos mas ó menos hinchados en la nariz, y una membrana encarnada al rededor de los ojos: vuelan poco y con estrépito: las hay blancas, negras, bayas y rojas; pero comunmente con matices de muchos colores sin orden ni simetría; observándose muchas veces que los hijos degeneran del color de los padres, volviendo á sacar los que tuvieron sus progenitores.
2 .  CASTA. Paloma común grande. Solo se distingue de la precedente en que tienen los ojos desnudos y el pico largo.
3 . CASTA. Rizadas. En las palomas de esta casta las hebras ó rayos paralelos de que se componen las plumas, no están pegados unos á otros, como sucede en las demás palomas, sino libres y mas ó menos rizados. Esta conformación estraña se opone á que vuelen, porque sus alas forman un cuerpo destruido, por cuyas aberturas pasa el aire que debiera sostenerle. Varían en el modo, colores y tamaño: las hay blancas algo mayores que tórtolas, las cuales tienen tan rizados y desunidos los rayos de las plumas, que no pueden volar absolutamente: otras los tienen menos desunidos; son del tamaño de las zuritas, de varios colores y con corona. Todas estas se mantienen mas por su estrañeza que por la utilidad que reportan, pues malogran con frecuencia las crias: por esta causa y para perpetuar la casta, los aficionados suelen poner los huevos de las rizadas á alguna de las criadoras que haya puesto los suyos en el mismo dia, y cria después robustos los pichones que resultan.
4 .  CASTA. Colipavas. Estas palomas para ser preciosas, han de tener treinta y seis plumas en la cola; también se estima la de veintiocho á treinta y cuatro. Su ancha cola les impide volar con libertad; pero les suministra un adorno peculiar cuando están paradas, y mucho mas cuando el macho y la hembra procuran agradarse. Entonces la abren en forma circular como los pavos, y la inclinan hacia adelante, doblando al mismo tiempo hacia atrás el cuello j y la cabeza hasta tocar con la cola: esta postura j violenta les produce cierto temblor en todo el cuerpo; ¡ pero cesa en el momento en que las partes vuelven ; á su estado natural. El color varía mucho en esta casta, que como la anterior, desgracia muchas crias.

Fin de la copia



Zootecnia aplicada a la economía rural y doméstica
D. León Castro y Espejo - Año 1865

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Página 210:
Hay innumerables variedades de palomas criadas las mas por el influjo del hombre, sin embargo ninguna de ellas deja de unirse entre sí, lo cual indica tener un origen común que constituye una especie única procedente, según varios autores, de la paloma montaraz ó torcaz; pero de esta especie'parten las zuritas y las caseras.
Estas se dividen en paloma ladrona, buchona, mensajera, volteadora, chorrera, flamenca etc. etc. Todas las variedades apetecen bastante la semilla de zanahorias y mucho mas los cominos rústicos, siendo preciso ufarlos cuando planteamos un palomar, no tan solo para que no se marchen las de cria á otros arrastradas por el zureo seductor de los laudinos, sino para que vengan varias á unirse con las fundadoras.
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Página 210:
Para mejorar la especie de estos animales es necesario elegir un macho de los de mas volumen y mejores formas
de la casta laudina ó ladrona, apareándolo después con la la paloma buchona para que las crias subsiguientes se desarrollen mucho y sean poco menos que pollitas, y además saquen la gracia del padre. También se pueden cruzar los laudinos con  las palomas campesinas, caseras y flamencas, y en tal caso se regeneran las castas de hoy que se encuentran muy pequeñas y desmejoradas...

Fin de la copia

COLOMBOFILIA ESTUDIO COMPLETO DE LAS PALOMAS MENSAJERAS
por D. Salvador Castelló y Carreras - Año1894
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página 29:
Inconsciente la Naturaleza, ayuda al colebeur español en sus tareas, por medio de una raza odiosa de palomas llamadas buchonas, cuyos pichones vigorosos á los tres meses, y tenidos en continuo celo privados de hembra, buscan ansiosos pareja y cayendo entre nuestros pichones, que por defecto de raza son poco precoces, arrastran a las hembritas jóvenes cuyos machos no las atienden lo suficiente y siguen incautas al galán que las lleva á su palomar donde quedan presas entre redes.
Si cabe diversión en ver trabajar, como dicen, al buchón, no lo discuto; es probable que así sea, cuando hay personas muy respetables que los tienen, pero éstos devuelven los prisioneros al reclamarlos, de suerte que lo dicho sólo va para los que se dedican á aquel repugnante y vil oficio; esos no los devuelven, nó, esos se gozan y complacen en ver al incauto aficionado preguntándole con cara compungida, si le ha cogido tal ó cual pichón; su contestación es siempre negativa, su rostro nunca les vende, y el cautivo por bueno que sea, se vende plumado al siguiente día, en los mercados públicos al precio de 5 ó 6 reales, ó es galantemente cedido á un amigo.
Contra esta última especie cabe un medio de destrucción que suele dar brillantes resultados; el derecho de legítima defensa lo autoriza, y las armas de fuego lo facilitan.
Cuando una paloma deja de volver de un viaje; no siempre puede acusarse de su pérdida á los cazadores y gavilanes; varias son las causas que pueden darle origen y aunque no sea fácil precisarlas pueden presumirse algunas de ellas.

Página 324:
Otra obra publicada también en la vecina República es la de Mr. Eugene Caustier Les Pigeons voyageurs et lew emploi á la guerre y al citarla, no puedo menos de protestar contra sus afirmaciones con respecto á lo que á España se refiere; ya que dice que en nuestro país se busca la creación de una raza más resistente que la belga, á ciertas condiciones climatológicas, mediante el cruce de aquella con las razas indígenas importadas por los árabes y conocidas en el país bajo los nombres de Maganys y Blaus. Ya comprenderán los que tal lean, si están algo acostumbrados al cultivo de las palomas, que el autor quiso referirse á las razas valencianas llamadas así en aquella región, pero como colombófilo español é interesado en evitarnos un ridículo, protesto enérgicamente contra aquella blasfemia colombófila, ya que si bien algún maniático habrá intentado aquel diabólico cruce, nunca puede sentarse como ideà dominante en el país.
No es culpa de Mr. Caustier el haber incurrido en tal error, pues, sé ya quien le informó al pedir datos sobre la colombofilia española y se le informó mal; pero al recibirlos en aquellos términos, podía haberse enterado mejor y no exponernos á un papel ridículo, ya que se nos habrá tachado de pretenciosos cuando en pocos países como en el nuestro se ha proclamado con tanta firmeza la superioridad de la raza belga.
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Página 408
En Valencia se conservan aun algunas razas que los columbicultores del país creen debieron ser las mensajeras
de los árabes: por lo que la experiencia me ha enseñado, puedo afirmar, que de ser así, so pena de haber degenerado considerablemente, pocas noticias debían comunicar los arabes como no fuera sin salir del vecindario; pues las que hoy existen se pierden á 20 kilómetros, y en su físico no reúnen la menor condición de resistencia.

Fin de la copia

ixta

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Fecha de inscripción : 27/04/2012

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